jueves, septiembre 14, 2006

Me chiflan los oídos


Hace rato que confesé mi placer al “degustar” un buen picante. Afortunadamente, mi esposo Achunga y yo compartimos esa pasión y desde que probamos hace unos seis años la comida Thai nos entregamos a un romance inmediato con ella… Atrás quedó el primer amor, siempre sin olvidarlo: la comida mexicana…

Un buen picante alegra la vida de nuestras papilas gustativas!!!

Hace una semana decidí hacer lo que llamamos en Venezuela un “ajicero”… La receta me la dio un señor en el famoso Mercado de Conejero, aquí en la Isla de Margarita.

Les regalo dicha receta para aquellos que deseen compartir este placer:
AJICERO MARGARITEÑO

Lo primero: el frasco debe ser de vidrio con boca ancha y la tapa -si es de metal- no debe tener contacto directo con el picante.

- insertar en el frasco una buena cantidad de ají dulce de distintos colores.
- Insertar en el frasco una buena cantidad de ají picante, rojos y verdes.
- de tres a cuatro cabezas de ajo dependiendo del tamaño del envase.
- unos cuanto granitos de pimienta dulce.

Se pone a hervir agua… Se baña en contenido del frasco con el agua caliente… Pasados unos 45 minutos se extrae la mitad del agua y se completa con vinagre blanco y aceite de maíz. Se deja enfriar y se guarda en el refrigerador… A la semana el “elíxir” estará listo.
Buen provecho!!!
(Me chiflan los oídos y ahora entiendo que el paladar y los oídos ciertamente están conectados...)

martes, septiembre 05, 2006

El Habitante 420.001



Decidimos pasar las vacaciones de verano completitas en la Isla de Margarita… Realmente aquí la palabra “verano” sobra, porque ésta, mi Isla, está bañada por el sol casi los 365 días del año… Así es el caribe venezolano, por razones de ubicación geográfica no somos víctimas de los huracanes… La explicación sencilla sería decir “los huracanes se forman un poquito más arriba de las costas caribeñas venezolanas, siempre y afortunadamente su movimiento es ascendente, además su formación se alimenta del calor de las aguas del Caribe central”. Total que podemos gritar “qué alivio”… “no todo lo malo puede caer en Venezuela”.

Lo cierto es que durante todo el mes de Agosto las frases que más utilizamos fueron: “qué bello está el mar”, “hace calor”, “vamos a la playa”, “qué rico” y “bienvenidos”… Esta última palabra nos sirvió para recibir en nuestra casa a un desfile de personas queridas: primero mi mamá, también a mi sobrinita Vanessa, a su novio Nacho, a mi sobrinito Gustavo, a nuestro hijo Patrick y a su novia María Clara, a Toti, Helena, Lulita y Sofía… Todos vinieron a visitarnos en distintos períodos de tiempo y todos la pasaron según la opinión generalizada “buenísimo”… pero sin duda el invitado más especial (y no se ofendan los demás) fue el “asimilado” “Suave”… cuyo nombre real es Slawek y se pronuncia Suavek, pero él con calor del trópico nos mostró su hermoso lado Light, ligero como el viento cálido de esta zona… Por tanto lo “criollisamos” y a todos nuestros amigos isleños lo presentamos como Suave!!!

Suave es un señor polaco, que estudió Dirección y Dirección de Fotografía con mi esposito Achunga en Europa, por allá a finales de la década de los setenta. Un buen día decidió no calarse más el comunismo en Polonia y logró obtener el exilio en Estados Unidos, allá hizo carrera como Director de Documentales y se instaló con su familia en el estado de Nueva York. En conclusión: este hombre talentoso se ha dedicado a contar historias reales del mundo para mostrárselas a todo el mundo… En su página web encontrarán los detalles
www.logtv.com


Lo curioso de todo esto es que este caballero especial, en su paso de escasos cuatro días en la Isla de Margarita decidió que tenía que vivir parte del año aquí… Quizás las fotos sirvan para explicar por qué?


Según sus palabras pudo apreciar la belleza de los venezolanos, de la vida plena en este lugar especial y eso es todo lo que él necesita para ser feliz…

Como todo acucioso documentalista averiguó cuántos kilómetros de largo tiene la isla, cuántos kilómetros de ancho, cuántos habitantes tiene… Nunca se conformó con las estadísticas proporcionadas por mi Achunga y por mí: “es muy grande!!!”, “aquí viven unas cuantas –creo que muchas- personas”.

De igual manera averiguó cuántos habitantes tiene su nuevo pueblo: Pampatar… Entonces como en una película “romántica” se volteó y con su sonrisa plena nos dijo: “a partir de hoy soy el habitante 420.001”.
­BIENVENIDO Suave!!! Es para nosotros un placer que vivas en la Isla de Margarita.