domingo, junio 18, 2006

Sensación de Libertad y Amores Extraños

Si alguien sin mucho oficio me preguntase: “qué sensación te asocia a la libertad?” Sin duda, me vería montada en un carro, conduciendo a “todo pulmón”, escuchando a Juan Luis Guerra, Joaquín Sabina o a Serrat, mientras recorro con admiración la carretera que atraviesa el verdor desordenado de Barlovento… Un verdor esplendorosamente caótico, quizás como natural reflejo de lo que es nuestro país. En Venezuela todo parece mezclarse… Gabriel García Márquez sin duda alguna asociaría esto al “realismo mágico”.

La luz a cualquier hora del día hace sublime a esta tierra próspera, que motiva a la naturaleza para que se exprese… Me encanta Barlovento!!!

En la mitad de la famosa “recta de El Guapo” me detengo, me tomo un café “guayoyito”, respiro el frescor de esta selva húmeda –porque créanme ésta y la vegetación del Parque Nacional Henry Pittier (Choroní) son el perfecto ejemplo de lo que se conoce como “Rain Forest”, no hay que ir muy lejos para entender esto –…

Luego escucho: escucho pájaros, escucho el viento… me monto nuevamente en el carro, pongo música y sigo…

Llevo conmigo esa suprema sensación de libertad!!! Quizás tonta para muchos, pero muy agradable para mí…

El pasado viernes 26 de mayo, pude disfrutar este “ritual” con mi Achunga… Nuestro destino final sería tomar el ferry para llegar a la Isla de Margarita… pero por dos días hicimos una “parada inteligente” para visitar a nuestros amigos Tapir y Meña, en Puerto La Cruz: una pareja encantadora, intensa, alegre, viva, que ahora tienen el barco de sus sueños. Qué chévere!!! Con ellos paseamos una mañana en el mar, fuimos hasta una Isla cercana en el Parque Nacional Mochima.

Tapir -nuestro capitán- nos confesó su amor profundo por su morrocoy (morrocoya): Juanita. Me acordé de mi rival –nuestra gata Papara-, pero indudablemente me dije: “a Meña le tocó más extraño el concubinato, por lo menos lo mío es con una gata… pero con una tortuga???” Je je… Tapir transpira “amor del bueno” por este animalito… habla de ella con pasión, dice que es “sumamente expresiva” porque si le hace un cariño no esconde su cabeza dentro de su coraza… (sin comentarios).

En fin, el amor es loco y universal… Brindo por ello!!!

Me imagino que Tapir será incapaz de comer “pastel de morrocoy”, que es un plato típico en ciertas zonas de Venezuela… Ni siquiera se lo pregunté, creo que hubiese podido traumatizarlo.

Por hoy culmino aquí mi “recorrido”… En los próximos días escribiré sobre la Isla de Margarita, ahora me voy a vivirla… en dónde? Es obvio, en el mar…